¿Podemos decir que hay micromachismos si este concepto parece minimizar el machismo sufrido por mujeres cuya valoración sea grande o pequeña es totalmente subjetiva?
Los micromachismos están fuertemente arraigados en nuestras conductas que en consecuencia reproducimos en nuestro roles.
Diariamente batalleo en la repartición de tareas dentro del hogar pues siguen siendo desproporcionales entre los hombres y las mujeres en mi casa. Todos los días repito que los platos van dentro del lavavajillas y no fuera, porque si los dejan fuera la encargada de colocarlos será mi madre o yo, es decir trabajo extra. Personalmente creo que estas simples rutinas tienen un trasfondo que no debemos permitir. Es por ello que continuaré insistentemente repitiendo que no hacer tú tarea supone dar más carga a la otra persona.
En el edificio donde trabajo hay mucho personal de limpieza, también un poco relacionado con el covid ya que se extremaron precauciones. Todo el personal que se dedica a limpiar las instalaciones (suelos, baños, ordenadores, etc etc) son mujeres. Mientras que los que limpian los critales, ya que se entiende que puede ser un poco más peligroso o difícil, al tener que colgarse del edificio algunas veces, es realizado por hombres.
Os aporto un ejemplo de mi vida cotidiana en la que aparentemente puede ser un acto normal y rutinario.
El que sea siempre mi pareja el que conduce en los viajes (cortos o largos) reflejar un micromachismo adentrado en nuestro ámbito privado y que pasa desapercibido si no nos concienciamos.
¿Podemos decir que hay micromachismos si este concepto parece minimizar el machismo sufrido por mujeres cuya valoración sea grande o pequeña es totalmente subjetiva?
Los micromachismos están fuertemente arraigados en nuestras conductas que en consecuencia reproducimos en nuestro roles.
Diariamente batalleo en la repartición de tareas dentro del hogar pues siguen siendo desproporcionales entre los hombres y las mujeres en mi casa. Todos los días repito que los platos van dentro del lavavajillas y no fuera, porque si los dejan fuera la encargada de colocarlos será mi madre o yo, es decir trabajo extra. Personalmente creo que estas simples rutinas tienen un trasfondo que no debemos permitir. Es por ello que continuaré insistentemente repitiendo que no hacer tú tarea supone dar más carga a la otra persona.
En el edificio donde trabajo hay mucho personal de limpieza, también un poco relacionado con el covid ya que se extremaron precauciones. Todo el personal que se dedica a limpiar las instalaciones (suelos, baños, ordenadores, etc etc) son mujeres. Mientras que los que limpian los critales, ya que se entiende que puede ser un poco más peligroso o difícil, al tener que colgarse del edificio algunas veces, es realizado por hombres.
Un día estaba yendo con mi amiga por el polígono a más de 30km/h. El motor estaba a tope porque ella estaba en segunda marcha.
No fue intencionado pero le repetí varias veces que cambiara de marcha a tercera. Ella ha conducido mucho más que yo.
Un ejemplo es cuando celebramos los cumpleaños en casa de mi abuela, y son siempre mi madre, mi abuela y mis tías las que recogen y limpian todo.
Mis tías son las únicas encargadas de hacer la comida y cena en Navidad. Manda güebos
Os aporto un ejemplo de mi vida cotidiana en la que aparentemente puede ser un acto normal y rutinario.
El que sea siempre mi pareja el que conduce en los viajes (cortos o largos) reflejar un micromachismo adentrado en nuestro ámbito privado y que pasa desapercibido si no nos concienciamos.
Esta es mi resistencia cotidiana.